O estás, o no existes... ¿cuántas veces habremos oído eso? Y es que las redes sociales son una realidad imparable de nuestro día a día. Según recientes estudios, somos los españoles, junto con los italianos y los brasileños los que más socializamos en los mundos virtuales. Y es que comprobar las actualizaciones de nuestros contactos, las fotos del fin de semana, comentarios en nuestro muro y demás menesteres cyber sociales son parte de nuestra rutina diaria.
Las empresas (como era previsible) no podían mantenerse al margen del fenómeno social... pero no es oro todo lo que reluce. Ahí es donde aparece la figura (cada vez más demandada) del community manager. Su labor va más allá de mandar tweets a mansalva, o agradecer RT a sus followers... representa a la empresa y a la marca en las redes, y vistas las últimas tendencias... en el mundo entero. Los CM deben estar preparados para cualquier situación que pueda tener lugar en los social media sites (las complicadas también).
Y es que aceptar críticas nunca es facil, y menos aún cuando las críticas son públicas, comentables, enviables por email, tweetables, immprimibles, IMPARABLES. Y es ahí, cuando los usuarios abren la caja de pandora, donde el CM se la juega. Y si no, ¡que se lo digan a Nestle!
Todo comenzó el pasado 17 de marzo, cuando Green Peace publicó que Sinar Mas (proveedor de aceite de palma de Nestle), incumpliendo la normativa medioambiental indonesia, está deforestando la selva y destruyendo el hábitat de una especie de orangutanes. Nestle lo negó. A partir de ahí, los comentarios no se hicieron esperar, y los usuarios más "verdes" de Facebook comenzaron a hacer creaciones con el logo de la suiza, a modo de protesta. Como respuesta, Nestle advirtió a los usuarios de la red de que si modificaban de cualquier manera su logo, sus comentarios serían borrados. Ahí lo acabaron de arreglar... grupos anti Nestle, enfrentamiento Usuario vs. CM, imposiciones, censuras...
Resultado: crisis corporativa. Es indudable el valor que puede aportar las redes sociales a la hora de fidelizar, captar nuevos clientes u obtener información de las necesidades, ideas o sugerencias que estos tienen. Sin embargo, hay que estar preparados para aportaciones no tan positivas. La gestión de las crisis en las redes sociales es una tarea de vital importancia para las empresas y que cada vez preocupa más a los departamentos de marketing, comunicación y relaciones públicas.
Si algo tengo claro es que, si queremos abrir las puertas de nuestra casa al mundo, debemos estar preparados también para las visitas complicadas, esas en las que critican nuestros cuadros o los cojines que nos compramos la semana pasada...